Trabajadores desplazados al Extranjero, Expatriados (1/10)


La posibilidad de trabajar desplazado en el extranjero es un reto profesional muy atractivo y cada vez más frecuente.


A la hora de plantearse una Expatriación, es importante considerar cómo encaja en tu carrera profesional y cual será tu situación al finalizar el traslado. 


El Contrato Psicológico: La teoría del "Contrato Psicológico" diría que la empresa y el expatriado llegan a un contrato psicológico en el momento de la expatriación que incluye no sólo el acuerdo formal de Expatriación, sino también un conjunto de promesas más o menos explícitas por parte de la empresa que configuran el verdadero "Contrato Psicológico" La negociación inicial es muy relevante a la hora de entender la situación en el momento del retorno. Atendiendo a su origen, cabe distinguir distintos tipos de expectativas:
  • Formales: incluidas por escrito en la Carta de Expatriación
  • Explícitas: Algún responsable de la empresa realiza una promesa verbal sobre un aspecto concreto que no se incluye en la Carta de Asignación
  • Implícitas: compromisos no explícitos que muchas veces llevan a malentendidos, o discusiones con conclusiones poco claras en las que cada parte se quede con una expectativa diferente.
  • Circunstancial: Aquellas que se crea el empleado por lo que "dicen otros compañeros", "han oído" o "todo el mundo sabe"...        



La mayoría de las malentendidos suelen venir del incumplimiento de expectativas no formalizadas que provocan la pérdida de motivación del empleado, y una situación no deseable ni por el trabajador ni por la empresa.

Dirigir tu carrera profesional: En consecuencia, los gestores de expatriados y los empleados deben procurar acordar las expectativas de la forma más clara y realista posible para evitar problemas en el futuro. Sin embargo, en la práctica las negociaciones son complejas y no es fácil. En este contexto, es aún más importante que el Expatriado no olvide que cada uno dirigimos nuestra carrera profesional.  Es decir, independientemente de los compromisos de la empresa, debemos evaluar el impacto que la Expatriación va a tener en nuestra empleabilidad y nuestro valor como profesionales. Adicionalmente a las ventajas generales asociadas a cualquier expatriación, es conveniente evaluar nuestro aprendizaje y progreso en distintos aspectos:
  • Promoción o mayores responsabilidades
  • Mejora de habilidades, competencias o conocimientos.
  • Flexibilidad y gestión de culturas en un ambiente internacional
  • Idiomas, etc.

Como en cualquier otro cambio en nuestra carrera profesional, tenemos que aspirar a que cada paso incremente nuestra empleabilidad en el mercado laboral.

Empleabilidad: En el actual entorno económico, es indudable que una expatriación aumenta nuestra empleabilidad ya que se multiplican las habilidades de trabajo en un entorno internacional (tan demandadas actualmente)

Esta empleabilidad es clave, ya que cada vez es más frecuente que las empresas no prometan puestos concretos en el momento de retorno. Según un reciente estudio*, sólo el 14% de los puestos de trabajo futuro son definidos antes de comenzar la Expatriación. Además de un entorno empresarial cada vez más dinámico y competitivo, al que las empresas tienen que adaptar sus estructuras, las expatriaciones se alargan, surgen imprevistos, e incluso el trabajador cambia en su ambición y preferencias laborales durante el tiempo que está fuera.

Si bien, la colocación de los empleados retornados depende de forma crítica de una buena planificación y de cuales sean las vacantes en el momento de retorno, la tendencia natural es que el Expatriado terminará en el puesto que mejor se adapte a su perfil en cada momento, y en este sentido, enriquecer tu experiencia y habilidades es la mayor seguridad de encontrar un puesto adecuado a tu regreso.

Mi experiencia es que uno de los problemas más frecuentes del Expatriado es la desorientación y/o frustración que se experimenta en el momento del retorno.  En numerosas ocasiones es el resultado de un cúmulo de expectativas que se ven incumplidas. Algunas de las frases habituales del llamado "síndrome del Expatriado" son:

  • "La empresa me prometió una promoción en el momento del retorno y ahora resulta que no tienen el puesto prometido para mí"
  • "Siempre me dijeron que iba a suponer un impulso en mi carrera profesional y he vuelto al mismo puesto en el que estaba antes de irme"
  • "No entiendo cómo mi empresa no aprovecha todo lo que he aprendido durante mi estancia fuera", etc.

Por eso, no olvidemos nunca que cada unos dirigimos nuestra carrera profesional, y debemos evaluar la expatriación como una etapa más, intentando aprovechar todas las ventajas y oportunidades y asegurándonos de que mantiene o eleva nuestra empleabilidad.

El objetivo es enfocar la Expatriación de una forma sana y evitar en la medida de los posible el riesgo de padecer el "síndrome del Expatriado".

* Resultados del estudio sobre Políticas de expatriación en el contexto económico actual elaborado por E&Y y IESE en 2013 -http://www.iese.edu/research/pdfs/ESTUDIO-293.pdf

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